miércoles, 25 de noviembre de 2009

KARL JASPERS


Karl Theodor Jaspers (23 de febrero de 1883 26 de febrero de 1969), psiquiatra alemán y filósofo, tuvo una fuerte influencia en la teología, en la psiquiatría y en la filosofía modernas.

Jaspers nació en Oldenburgo, Alemania en 1883, de padre jurista y madre perteneciente a una comunidad agrícola local. Mostró un temprano interés en la filosofía, pero la experiencia de su padre en el sistema legal indudablemente influyó su decisión de estudiar leyes en la Universidad. No fue necesario que transcurriera mucho tiempo antes de que Jaspers se diera cuenta de que no disfrutaba del estudio de leyes, y es así como en 1902 decidió estudiar medicina.

Jaspers se graduó de la escuela de medicina en 1909, y comenzó a trabajar en el hospital psiquiátrico de Heidelberg donde Emil Kraepelin había trabajado años antes. Jaspers se mostró insatisfecho con la forma en que la comunidad médica de la época abordaba el tema del estudio de las enfermedades mentales, y se propuso la meta de mejorar este aspecto. En 1913 Jaspers ocupó un puesto temporal como profesor de psicología en la Universidad de Heidelberg. El puesto luego se hizo permanente, y Jaspers nunca regresó a la práctica clínica.

A la edad de 40, Jaspers regresó de la psicología a la filosofía, profundizando en temas que había desarrollado en sus trabajos psiquiátricos. Llegó a convertirse en un reconocido filósofo, tanto en Alemania como en el resto de Europa. En 1948 se mudó a la Universidad de Basilea en Suiza, donde mantuvo su puesto de prominencia en la filosofía hasta su muerte, ocurrida en Basilea en 1969.

La insatisfacción de Jaspers con el entendimiento popular de las enfermedades mentales lo llevó a cuestionar tanto el criterio de diagnóstico como los métodos clínicos de la psiquiatría. Publicó un tratado revolucionario en 1910, el que versaba sobre si la paranoia era una faceta de la personalidad o el resultado de cambios biológicos. Si bien no aportó muchas ideas nuevas, sí introdujo un nuevo método de estudio. Jaspers estudió varios pacientes en detalle, registrando información biográfica respecto de ellos y notas de cómo se sentían los propios pacientes acerca de sus síntomas. Esto llegó a ser conocido como el método biográfico, y hoy forma parte de la práctica de la psiquiatría moderna.

Jaspers desarrolló por escrito sus perspectivas de las enfermedades mentales en un libro llamado Psicopatología General. Los dos volúmenes que conforman esta obra se han transformado en clásicos de la literatura psiquiátrica, y muchos criterios modernos de diagnóstico nacen de ideas contenidas en sus páginas. Resulta de particular importancia el modo en que Jaspers encaró el diagnóstico psiquiátrico de síntomas; según él, el criterio de diagnóstico debía tomar en cuenta principalmente la forma ante el contenido. Por ejemplo, al diagnosticar una alucinación, el hecho que una persona experimente fenómenos visuales sin mediar estimulo sensorial para ello (la forma), es más importante que lo que el paciente ve (el contenido).

Jaspers sentía que la psiquiatría debía diagnosticar los delirios (o delusiones) de la misma forma. Argumentó que los clínicos no deberían considerar una creencia de delirio basado en el contenido de la creencia, sino sólo basado en la manera en que el paciente defiende esa creencia. Jaspers además distingió entre los delirios primarios y secundarios. Definió los primarios como autóctonos, es decir, que aparecen sin una causa aparente, siendo incomprensibles en términos de un proceso mental normal (este es un uso distinto que se le da al concepto autóctono en medicina y en sociología, que hace referencia a poblaciones indígenas). Los delirios secundarios, por otra parte, son clasificados como influenciados por los antecedentes de la persona, situación actual o estado mental.

Jaspers consideraba los delirios primarios como 'in-entendibles', ya que creía que no existía razonamiento coherente detrás de su formación. Esta apreciación ha causado bastante controversia, y ha sido criticada por Ronald D. Laing y Richard Bentall, haciendo énfasis en que al tomar esa posición se puede hacer que los terapeutas caigan en la complacencia de suponer que, ya que no serán capaces de entender al paciente, el paciente está delirante y cualquier investigación posterior que se haga no tendrá ningún efecto.

La mayoría de los comentaristas asocian a Jaspers con la filosofía del existencialismo, en parte porque se explaya ampliamente en las raíces del existencialismo de Nietzsche y Kierkegaard, y porque el tema de la libertad individual es una constante en su obra.

En Filosofía (3 vols, 1932), Jaspers da su visión de la historia de la filosofía e introduce sus temas más importantes. Comenzando por la ciencia moderna y el empirismo, Jaspers señala que al cuestionar la realidad enfrentamos los límites que un método científico (o empírico) simplemente no puede traspasar. En este punto, el individuo enfrenta opciones: hundirse en la resignación o dar un salto a lo que Jaspers llama la 'Trascendencia'. Al dar este paso, los individuos confrontan su propia libertad ilimitada, que Jaspers llama Existenz, y pueden finalmente experimentar la auténtica existencia.

La Trascendencia es, para Jaspers, lo que existe más allá del mundo del tiempo y el espacio. La formulación de Jaspers de la Trascendencia como la expresión máxima de la no-objetividad ha llevado a muchos filósofos a argumentar que Jaspers se transformó en monista, aunque el mismo Jaspers continuamente destacó la necesidad de reconocer tanto los conceptos de subjetividad como objetividad.

Aun cuando él rechazó doctrinas religiosas explícitas, incluida la noción de un Dios personal, Jaspers influenció la teología moderna a través de su filosofía de trascendencia y los límites de la experiencia humana. Las tradiciones del Cristianismo místico influenciaron a Jaspers de forma considerable, particularmente Meister Eckhart y Nicolás de Cusa. También mostró interés activo en las religiones de Oriente, particularmente el budismo. Jaspers también entró en debates públicos con Rudolf Bultmann, en los que Jaspers criticó la "demitologización" del cristianismo.

Jaspers también escribió extensamente sobre la amenaza que representa para la libertad humana la ciencia moderna y las instituciones políticas y económicas modernas. Durante la Segunda Guerra Mundial tuvo que dejar su puesto de profesor dado que su esposa era judía. Una vez terminada la guerra pudo retomar su puesto, y en su obra La cuestión de la culpabilidad alemana examinó la culpabilidad de Alemania como un todo en las atrocidades cometidas por el Tercer Reich de Adolf Hitler.

Las obras más importantes de Jaspers, extensas y detalladas, pueden ser desalentadoras por su complejidad. Su gran y último intento en una filosofía sistemática de Existenz, llamada "Von der Wahrheit" (De la verdad), aún no ha sido traducida a otros idiomas, como el inglés. Sin embargo, también escribió obras más breves, accesibles y entretenidos, como la notable La filosofía es para cualquiera.

Los comentaristas frecuentemente comparan la filosofía de Jaspers con la de su contemporáneo Martin Heidegger. De hecho, ambos buscaron explorar el significado del ser y la existencia. Si bien es cierto que mantuvieron una breve amistad, su relación se fue distanciando, debido a la simpatía de Heidegger con el partido nacionalsocialista y además por las, probablemente sobre dimensionadas, diferencias filosóficas entre ambos.

Los dos más importantes proponentes de la hermenéutica fenomenológica, Paul Ricoeur (un discípulo de Jaspers) y Hans-Georg Gadamer (discípulo de Heidegger y sucesor de Jaspers en Heidelberg) evidenciaron la influencia de Jaspers en sus trabajos.

Otro trabajo importante apareció en Filosofía y existencia (1938). Para Jaspers, el término "existencia" (Existenz) denominaba la experiencia indefinible de libertad y posibilidad; una experiencia que constituye el auténtico ser de los individuos que están conscientes de "las situaciones límite" al confrontar el sufrimiento, los conflictos, la culpa, el azar y la muerte.

  • Jaspers, Karl (1966). La bomba atómica y el futuro del hombre. Taurus Ediciones.
  • Jaspers, Karl (1993). Cifras de la transcendencia. Alianza Editorial.
  • Jaspers, Karl (1967). ¿Dónde va Alemania? Cid.
  • Jaspers, Karl (1969). Entre el destino y la voluntad. Ediciones Guadarrama.
  • Jaspers, Karl (1977). Escritos psicopatológicos. Editorial Gredos.
  • Jaspers, Karl (1972). El estoicismo. Editorial Gredos.
  • Jaspers, Karl (1968). La fe filosófica ante la revelación. Editorial Gredos.
  • Jaspers, Karl (1968). Filosofía de la existencia. Aguilar.
  • Jaspers, Karl (1985). Filosofía de la existencia. Planeta-De Agostini.
  • Jaspers, Karl (1981). La filosofía desde el punto de vista de la existencia. Fondo de Cultura Económica de España.
  • Jaspers, Karl (2001). Genio artístico y locura. El Acantilado.
  • Jaspers, Karl (1968). Genio y locura. Aguilar.
  • Jaspers, Karl (1993). Grandes filósofos: hombres fundamentales: Sócrates, Buda, Confucio, Jesús. Editorial Tecnos.
  • Jaspers, Karl (1998). Los grandes filósofos: los metafísicos que pensaron desde el origen: Anaximandro, Heráclito, Parménides .... Editorial Tecnos.
  • Jaspers, Karl (2001). Los grandes maestros espirituales de oriente y occidente. Editorial Tecnos.
  • Jaspers, Karl (1983). Iniciación al método filosófico. Espasa-Calpe.
  • Jaspers, Karl. Introducción a la filosofía (1989). Círculo de Lectores.
  • Jaspers, Karl (1997). Libertad y reunificación, tareas de la política alemana. Ediciones Universidad Salamanca.
  • Jaspers, Karl (1996). Lo trágico, el lenguaje. Editorial Ágora.
  • Jaspers, Karl (1990). Notas sobre Martin Heidegger. Mondadori.
  • Jaspers, Karl (1995). Origen y meta de la historia. Ediciones Altaya.
  • Jaspers, Karl (1988). La práctica médica en la era tecnológica. Editorial Gedisa.
  • Jaspers, Karl (1998). El problema de la culpa: sobre la responsabilidad política de Alemania. Ediciones Paidós Ibérica.
  • Jaspers, Karl (1967). Psicología de las concepciones del mundo. Editorial Gredos.
  • Jaspers, Karl (1986). Strindberg y Van Gogh. Nuevo Arte Thor.


La existencia

La filosofía, según este autor no es más que el esclarecimiento de la existencia del modo de ser de los hombres en el tiempo.

Jaspers no busca alcanzar una definición de la verdad máximamente satisfactoria, sino desdecir todas las pretensiones de atrapar lo verdadero en el campo de las definiciones.

Él considera que la verdad es más una idea que un concepto, un ideal orientativo al que las personas tendemos.

La ciencia es el fundamento necesario y la primera etapa de la filosofía, pero no es capaz de alcanzar la unidad y la totalidad de las que la razón no puede prescindir.

Entonces, según Jaspers la Filosofía empieza con la ciencia y necesita de ella por que no existe mundo independiente del mundo objetivo el cual es explorado por las ciencias.

El interés de este autor se remite a adoptar a filosofía para poder explicar aquellos aspectos de la existencia del mundo que son de mayor importancia pero que no pueden ser enteramente reducibles al conocimiento de las ciencias.
Por todo esto, es que la verdad adquiere una forma histórica

La filosofía está interesada en los tres aspectos correspondientes al ser

o Estar ahí: esto refiere al mundo objetivo, conocido mediante la observación y el experimento

o Ser uno mismo: remite a la existencia personal del que tiene libertad asumiendo la historicidad afirmando en la decisión y la elección

o El ser en sí: hace alusión a la trascendencia del mundo, manifestada en el mundo e inseparable de él

El estar ahí, el ser uno mismo y el ser en si son aspectos que a la ciencia le resultan inaccesibles investigar sobre ellos.

Al referirse a la cuestión del origen del sí mismo, Jaspers responde a esta pregunta sobre QUE SOY diciendo que no puede ser enteramente reducido o identificado en el ámbito corporal, el lugar en la sociedad, las acciones que se llevan a cabo o el carácter que se manifiesta en todos los aspectos del ser. De trasfondo se encuentra la libertad, la posibilidad de decisión sobre lo que se desea ser.

Por lo tanto, la existencia es la activa elección de ejercer la libertad. Por eso, como dice Jaspers "... si yo no vengo a mí mismo a ejercitar mi libertad en el ámbito de ser uno mismo, me quedo sin el ámbito del estar ahí, me quedo en una cosa."

Por ende el vacío de la libertad, el reconocimiento de que no se pudo hallar a sí mismo en los aspectos mas objetivos de la existencia y que uno es la posible existencia manteniéndose en el nivel de SER UNO MISMO, es la conciencia de la propia esencia.

Junto con esta esencia se fundan las decisiones y los compromisos, la elección es existencial y absoluta. El fundamento consistente de la elección espontánea es el de la propia historia.
Jaspers considera que más allá de las primeras decisiones conscientes por las cuales la persona se constituye a sí misma al nivel de SER UNO MISMO, hay un "yo" original que esta arraigado a un cuerpo, un temperamento, una disposición y que ocupa una situación concreta en la historia.

El yo que existe en el nivel de ESTAR AHÍ, no se puede elegir ya que esta dado y solo resta asumirlo. Adoptarlo como YO.

Por otra parte el autor dice que yo no soy yo mismo mas cuando me poseo y que esto solo se produce mediante la reflexión que plantea la cuestión de saber quien soy yo ya que me conduce a buscarme en el juicio mismo que yo hago de mí.

Permite entrar en contacto con la fuente del ser por la cual se verifican los actos, motivos y sentimientos respondiendo a la incógnita sobre la autenticidad del estar en ellos.

Comunicación

Según Jaspers es uno de los conceptos claves en su propia filosofía. Por eso es que el filosofo asegura que EL SER UNO MISMO no es real sin la comunicación. Lo mismo sucede con la libertad vacía, no es real sin manifestarse en la elección. La libertad no llega a realizarse sin el actuar libre del otro.
Por lo tanto la comunicación se revela como la condición misma de la libertad. Ser libre es comunicación de la propia libertad con la del otro.

Uno se convierte en sí mismo y trae al otro a sí mismo al abrirse a uno mismo a él, en esta comunicación se comparte la singularidad autentica de cada persona.

La comunicación se establece entre personas que participan en una común ordenación del mundo y colaboran en tareas comunes que humanizan las relaciones entre individuos, pero la comunicación no reside en este trato, sino que surge de él.

El otro queda constituido para mí como persona mediante mi acción de ser plenamente mi mismo, es decir, la comunicación se da en el mundo de SER UNO MISMO.

Es por esto que la comunicación es la más esencial de las tareas existenciales, es el precioso y más frágil de los logros posibles.

Libertad – Elección – Historicidad

En lo que respecta a la elección, Jaspers afirma que: "... no hay elección sin decisión, no hay decisión sin voluntad, no hay voluntad sin deber, no hay deber sin ser.
Cuando la persona tiene que elegir, se rompe la determinación objetiva del ESTAR AHÍ y se constituye un YO condicionado, siendo esta la cumbre de la existencia personal del SER UNO MISMO. La persona busca constantemente renovar la autenticidad de SÍ MISMO en libertad.

Según Jaspers no existe una libertad absoluta. Para el autor, toda libertad concreta implica lucha y conflicto y por lo tanto se ve constantemente limitada.

En las elecciones, el YO conociendo su libertad y la responsabilidad que esta conlleva adopta las leyes de sus propias disposiciones que le permiten hacerse a sí mismo.

Por ende, la ley es un medio, una mediación explicativa y no reductora de las posibilidades, pero no justifica la decisión personal.

Jaspers comenta sobre las limitaciones que se dan en la situación en el mundo, diciendo que esta situación no pede ser compartida y solo puede ser conocida desde adentro.

Es necesaria una aceptación de estas situaciones, la historicidad del individuo y de la situación.

Para el autor, es necesario hacerse cargo del lugar de uno en la verdadera situación humana en el mundo es dedicarse a las tareas de la vida en el mundo sin ilusión y tomando sobre sí mismo la muerte, el sufrimiento, el conflicto y la falta de ataduras y límites para la búsqueda de la TRASCENDENCIA (SER EN SÍ MISMO.

Trascendencia

El autor rechaza tanto la religión como al ateismo. En cuanto a la religión y su rechazo sus fundamentos se centran en la proclamación autoritaria y garantía que la religión da sobre las experiencias de la trascendencia y por que mantiene la idea de un más allá que es otro mundo.

Jaspers considera que la trascendencia es una vista total del mundo.

Es un misterio de la existencia. No hay demostración posible y eficaz de la existencia del trascendente, más allá de las demostraciones fundadas en la razón o de las demostraciones dadas por las sagradas escrituras.

Para Jaspers el mundo es un "texto secreto" que es únicamente inteligible para la existencia personal y por cada cual para sí mismo. Solo hay fe en el SER EN SI, ya que es la que sostiene y orienta el esfuerzo de SER UNO MISMO y esta fe se encuentra en los límites del logro y del fracaso.

El fracaso no debe llevarnos a la pasividad, ya que debe hacer posible la actividad misma, se debe creer en algo para hacer cosas.

En el mundo, en la historia, en las relaciones con otros hombres, en el sufrimiento, en la familia, en la amistad, en la ley y en las presiones es que se puede llegar a realizar el YO PERSONAL.

Los tres órdenes del ser (ESTAR AHÍ, SER UNO MISMO, y EL SER EN SI), se limitan, se rompen y se interpretan el uno al otro.

Cada uno es falso salvo en relación con otros.

Por todo esto es que esta manera de interpretar los tres ordenes del ser es la pista para alcanzar el sentido tanto de la Filosofía como de la vida.

" El hombre no es un ser racional: se hace racional, cada vez más, en la existencia concreta de cada día"

56458559, Getty Images /Hulton Archive

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